COWBOY BEBOP (SÍ, COWBOY BEBOP)
Como los posts musicales, los de comics, cine y demás cosas más habituales por estos lares prefiero hacerlos en casa, donde puedo acudir a las fuentes, aprovecho estos días que me quedan en el exilio para cualquier otra chorrada, como es el caso que nos ocupa, un post de una serie de anime de culto (o así me la han vendido a mí) cuando desde siempre ha sido un territorio tabú para mí. Fue desde hace bastante poco que fui descubriendo cosas a pesar del recelo inicial (porque, reconozcámoslo, los famosos otakus pueden ser un coñazo del quince, dicho con humor y respeto), incluyendo la serie Cowboy Bebop, la cual me prestó un amigo y que he terminado de ver hace poco, y eso que entre que la empecé y la terminé la han emitido entera en la tele, no es que estuviera sobrado de tiempo. Afortunadamente (o no, segú veremos) como sólo son 26 episodios tampoco era cuestión de años.
Bueno, pues, qué tal la serie? Pues me ha gustado, y mucho. La idea de dos cazarrecompensas del espacio me pareció cojonuda y nada más ver la intro del primer episodio y la cabecera con una banda sonora genial pues me enganché hasta el final. Conforme iba viendo los primeros capítulos aparecían multitud de referencias no solo musicales (la mayoría de los capítulos tienen título de canciones), sino a la ciencia ficción (desde Asimov hasta Alien, Star Trek, 2001, Blade Runner...), al western, al cine de kung-fu e incluso a la blaxpoitation. Todo ello con una banda sonora que no decae y que me parece genial.
Por desgracia, hay muchas razones por las que no puede ser una serie redonda, al menos para mi muy occidentalizado gusto. Los personajes de Spike Spiegel y Jet Black están muy bien, me parecen perfectos para la serie tanto uno como otro, pero entre la brevedad de la serie y la cantidad de cosas que quiere abarcar se echa en falta el ahondar un poco más en la personalidad de los caracteres. Me parece muy bien que tengan su dosis de misterio pero es que la manera de dar pinceladas de trasfondo a los personajes es un poco caótica, incluso con Faye, a la que le dedican mogollón de episodios para investigar en su pasado; esta idea está muy bien para que te queden ganas de más una vez terminada la serie pero si encima parece ser que no va a ser así pues entonces es una pena.
Por otro lado, el personaje de Edo me chirría por todos lados, entiendo que es muy típico ya no sólo del manga y anime lo de los side-kicks graciosos (o al menos en teoría) pero a mí me cansaba bastante y los episodios dedicados a ella (y yo que pensaba que era un chaval) me parecieron muy flojos.
Aparte, el hecho de tener un círculo tan cerrado de protagonistas, que no me parece mala idea de por sí, hace que los guiones acaben siendo algo estáticos y bastante predecibles: si aparece por casualidad un primo segundo de Faye o el hamster mascota de Jet que creía perdido hace años, es porque indudablemente es un criminal perseguidísimo al que hay que capturar, con su consiguiente conflicto interno y desenlace agridulce.
La animación, por otra parte, igual que en los combates y secuencias de acción me parece muy buena (el Jeet Kune Do de Spike está muy bien conseguido), hace algo de aguas en otras partes, pues me pareció bastante cutre el movimiento de los protagonistas bajando escaleras, por poner un ejemplo.
Con todo esto, a mí me quedaron ganas de más después del final, y vaya final, curioso cuanto menos. Por suerte, me habían prestado también la película, aunque me pareció bastante insípida y hecha más con la idea de exprimir a los fans, cosa que me parece que en Japón está a la orden del día y que pican la mar de felices. Me quedo con la serie de largo.
Así pues, si queda alguien sin ver esta serie, pues me da la impresión de que no se la descubro a casi nadie, pues deciros que Cowboy Bebop merece por lo menos una oportunidad, a mí me ha convencido bastante, tanto como para hacer este post y quitarle telarañas al blog. Muy recomendada.
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