BRUCE CAMPBELL, DE MAYOR QUIERO SER (COMO) TÚ
Hail to the king! que diría su célebre personaje Ash Williams.
En mi vida he tenido ídolos desde Laudrup en mi infancia hasta Eddie Van Halen y Eric Johnson cuando abracé la música, miles de meros mortales glorificados como dioses por nosotros los anónimos. Pero en este mundillo farandulero del séptimo arte, por encima de todo, entre mi selecto panteón de dioses, sólo a uno lo reconozco como dios padre; es Él, él único e inimitable Bruce Campbell.
Al amigo Bruce lo descubrí muchos años atrás con la maravillosa Army of Darkness, nuestra querida El ejército de las tinieblas; fue entonces cuando me dí cuenta que aquello de interpretar a un tío que mata zombies con una sierra eléctrica en lugar de su mano derecha y una rabia berserker molaba más que ser el chaval de Starfighter, mi anterior ídolo cinematográfico. Además, Bruce lo tenía todo, la actitud chulesca y pretendido anti-heroismo (pues está claro que es un buenazo) junto con el peinado que yo llevaba a los 14 años y que, por supuesto, a él le queda de puta madre. Es el mejor, sin duda.
Polifacético él, ha hecho de todo; amen de actor lo hemos visto como productor y director (esperando estoy la grandiosa The man with the screaming brain, que ya el título promete) e incluso se ha atrevido a cantar (muy mal pero aún así es genial el colega), y guionizar comics (la mencionada The man... a ver si la vemos por aquí pronto). Aún digo más, con dos cojones va y escribe su autobiografía If chins could kill, que espero que caiga en mis manos en un futuro no muy lejano.
¡Y qué decir de sus personajes! Dejando aparte sus papeles secundarios, principalmente los de actor fetiche de Sam Raimi, y otros en los que ni siquiera aparece en los créditos (como en Fargo y Ladykillers, de los hermanos Coen), gracias a Autólico me enganché brevemente a Xena y como Brisco County Jr. me pareció genial (gran serie).
Pero, inevitablemente, hay que hablar del gran Ash Williams, cuyo nombre llevó con éxito y genialidad durante la trilogía Evil Dead, cuya primera película adorna el perfil de quien les escribe, pues no podría ser menos; el inocente y simplón Ash de Posesión infernal evoluciona hasta el hijoputa salvaje y contestón Ash de El ejército de las tinieblas. Camisa azul, sierra eléctrica a punto, muchos zombies y mucha sangre. Combinación brutal.
Pero no es lugar este para un homenaje, que bien lo merece, simplemente tengo claro que de poder ser un actor (y todo lo demás, como ya hemos dicho) elegiría ser Bruce sin pensarlo, es el puto amo; quizás en un universo alternativo sea mi careto y mi nombre el que aparezcan en los carteles de Evil Dead y demás. Sea como fuere, es un personaje jodidamente bueno y ojalá dure muchos años, te queremos Bruce.
Si este mundo fuera justo, la B de serie b, sería por Bruce (y la C también está cogida...). Hail to the king.
1 comentarios:
A las 1:57 a. m. , ThatDudethere ha dicho...
=3
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ES DIOS.
Lo demás es herejía xD
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