RELATOS DE CIENCIA-FICCIÓN MADE IN E.C.
Planeta se apuntó uno de sus mejores tantos con la publicación de las hasta entonces inéditas series de la editorial americana E.C. no sólo por la calidad de dichas historias sino por su aportación al mundo de la historieta yanki. Los señores Bill Gaines y Al Feldstein habían dado con una prolífica máquina de parir historias una semana sí y la otra también en sus numerosos títulos de la casa, que llenaron un hueco que había que cubrir y con creces lo hicieron.
Así, después de ver pasar las series de terror, suspense y bélicas, por fin me pude subir al carro de E.C. gracias a una oportuna recuperación económica, y engancharme a esta edición de los 4 títulos que en su día publicaron sobre ciencia-ficción, o fantasía científica o como ustedes prefieran.
Antes hemos hablado de calidad y de lo que curraban el tándem Gaines/Feldstein, pues bien, conviene explicar esto: no se trata de obras maestras del 9º arte ni mucho menos, incluso muchos rozan la mediocridad o directamente se asientan en ella y no sobreviven más allá de su época (los años 50) pero precisamente ese esfuerzo agotador y los rios de tinta que tuvieron que sudar estos señores tiene su mérito, máxime cuando llevaban un sin fin de colecciones y exigía un derroche de imaginación y savoir faire anaeróbicos, reto que superaron más que decentemente.
Esta linea de comics se abrió con dos series: Weird Science (si al leer estas palabras no se te viene a la cabeza Lisa, Gary, Wyatt y Chett no creo que este blog esté hecho para tí :P) y Weird Fantasy, similares en contenido y equipos. Basicamente presentaban las historias a las que en ocasiones les darían las vueltas de tuerca correspondiente y sacaban a relucir todo lo que podía ofrecer la plantilla de E.C.: el propio Feldstein dibujando a la par que guionizando, portadas aparte (no paraba el tío), el breve paso (relativamente hablando, pues eran publicaciones mensuales) de un genial y mordaz Harvey Kurtzman antes de dedicarse de lleno a MAD y un monstruo como Harry Harrison que se le echa de menos pronto, pues al menos yo me quedé con ganas de más historias suyas.
En el lado artístico encontramos brillando con luz propia al sobreexplotado Wally Wood, grande donde los haya, que se encargó de miles de historias; un eficaz pero sobrio y estático Jack Kamen y Joe Orlando, otro que también trabajó lo suyo y además bastante bien; pronto vendrán, paulatinamente, Bill Elder, John Severin, Reed Crandall y demás pesos pesados pero tengo que destacar a el que es uno de mis grandes preferidos, como igual ustedes saben, el inimitable Al Williamson, ayudado en un par de ocasiones por el mismísimo Frank Frazetta. Algo brutal, no hay palabras, sirva de muestra la imagen que abre este post. Si ya entintando a Gene Colan o incluso a John Romita Jr. se luce el tío no les digo nada de como dibuja (nunca entenderé por qué se dedicará tanto a entintar en Marvel cuando este colega es un jodido genio).
Serán estas series las que mostrarán todas las facetas de la creatividad de Gaines/Feldstein, incluso se permiten sus coñas, acostumbrados como están a la crítica sutil y ácida y la ironía soterrada. De acuerdo que eso de viajar al pasado y descubrir que eres tu propio padre, que los únicos supervivientes de un holocausto radiactivo seais tú y tu hermana o que un muñeco de ventrílocuo alienígena sea elegido presidente de los USA sea un poco cogido por los pelos, siendo generoso en extremo, pero como decía el bueno de Al Feldstein "En todas las historias que escribí para EC intenté mostrar en palabras sentimientos y situaciones que conocía, había experimentado o sobre los que había elucubrado, con la esperanza de resultar convincente. Tal y como ahora lo veo, esos intentos fueron en el mejor de los casos, algo toscos, pero al menos eran sinceros" (extraido de BGC:Clásicos CI-FI #3). ¡Pues claro que sí, Al! A estos tíos se les perdona todo.
Por supuesto, destacan sobresalientemente las adaptaciones de relatos del gran Ray Bradbury, como la de próxima aparición en la gran pantalla A sound of thunder (no sé como la llamarán una vez traducida). Por lo visto hubo algún que otro tejemaneje con Bradbury pero como se puede ver, se arregló de la manera más satisfactoria.
Los dos títulos ya citados se fusionarían en Weird Science-Fantasy, con lo mejorcito de la casa, pues a los artistas ya nombrados, se le suman arrolladoramente los de Berni Krigstein y más apariciones de Reed Crandall, se echa de menos a Johnny Craig entre tanta figura de EC. También continúan las adaptaciones de Ray Bradbury además de alguna colaboración de Harlan Ellison y Otto Binder y sus historias de Adam Link.
Pero tras este auge en el que han visto la luz miles de historias cuyos temas abarcan desde el miedo a la guerra fría hasta el racismo, llegará el puñetero sello del Comics Code y la marcha de Gaines y Feldstein delegando la labor de escritor a Jack Oleck. No es que sea malo Oleck, sólo que entre la censura, la repetición de mismos patrones y la escasa adaptabilidad hacen que algunas ideas suyas queden como algo interesantes y nada más.
Por supuesto, hablamos ya de la última serie: Incredible Science-Fiction. No fue un canto de cisne espectacular pero sí al menos digno, y con la presencia de Jack Davis, otro talento que se hacía de rogar.
Esta semana le he dado fin a toda la colección, hay que decir que no me ha molestado mucho el blanco y negro ni el tamaño aunque siempre es de agradecer una mejor edición para estas cosas pero el esfuerzo en recuperar estas joyas y los buenos ratos de lectura que ofrecen lo compensa de sobra. Muy pero que muy recomendable.
SPA FON!
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