SHAUN OF THE DEAD
Por fin ha llegado a mis manos y ante mis ojos esta película de la que mucho se ha hablado ya y que a estas alturas ya tenía que haberla visto de sobra, claro que, ya saben, lo de ir al cine a verla sólo no me atraía mucho, parece que las películas de zombis no causan mucho furor en mi entorno y, dicho sea de paso, me dan una pena tremenda las personas que van al cine solas.
Un servidor es aficionado a las películas de muertos vivientes de toda la vida (o no-vida, como ustedes prefieran) y ni que decir tiene que George A. Romero es uno de los mayores gurús con que cuenta este subgénero sentando las bases con su opera magna de la película de zombis moderna con su legión de zombis patizambos y babeantes, lentos cual patada de astronauta. Sin olvidar que nos presentó al maestro freak donde los haya Tom Savini, toda una inspiración e ídolo de este blog, pese a los comentarios críticos que pueda generar.
Vale, pero ¿por qué hablar tanto de George Romero y su vida y milagros?¿no es la película británica?¿cómo es que no sale Robert Carlyle? Un poco de calma; para empezar, los ligeramente avispados habrán visto el más evidente homenaje en el título de la película, mas los que la hayan visto, y me consta que serán muchos (ha sido todo un éxito, me cuentan) pues podrán dar más fe, aún si cabe.
Pasemos la lista de elementos romerianos: ¿grupo de supervivientes ateridos por el miedo y la desesperación? presentes ¿colega del prota temerario (aunque muy sui generis, por supuesto)? presente ¿el tocacojones del grupo al que queremos ver devorado por los zombis? también presente, faltaría más ¿ejército para poner las cosas "en su sitio"? presente ¿zombis, muchos zombis, todos ellos lentos y hambrientos? que no falte ni uno...y así seguiría la lista, que obviaremos para no soltar algun furtivo spoiler.
Ante todo que quede bien claro, quien diga que los ingleses no son capaces de hacer una película de este tipo miente como un bellaco. Estos tíos saben de sobra que para hacer una obra así no hace falta una historia con un gran argumento ni falta que le hace, así que desarrollan la originalidad en otros puntos donde sí es de agradecer como son los diálogos y los personajes tan ingleses todos ellos, así los asedios de zombis tan típicamente yankis son ahora enfrentados contra la flema británica pura y dura.
Así pues, la película nos presenta a Shaun, honrado y anodino vendedor, intentando recuperar a su novia y reconciliarse con su madre bajo unas circunstancias nada idóneas como puede ser que la ciudad esté invadida de zombis que, como rigen los canones, ni puñetera idea de porqué pululan a sus anchas...y encima el mismo día que deja de fumar.
Al igual que hiciera el famoso predecesor George Romero, el presupuesto es ajustado y el reparto de lo más desconocido pero la película es divertida con ganas, que es lo que cuenta; y además también se pueden echar unas buenas risas (el humor también tiene su denominación de origen, como es típico), pues el resultado es un producto con demasiadas coñas como para ser considerada un homenaje respetuoso y demasiada deriedad como para ser una abierta parodia.
Estrenada aquí con el horrendo título de Zombies Party, tiene todas las papeletas para ser considerada una película de culto de nuestro tiempo, pese a lo snob y pretencioso que esto pueda parecer. Todo un logro el de estos simpáticos ingleses. No se la pierdan.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio