Nemedjäh

Sentiros bienvenidos en este blog de comics, rol, literatura, música, cine y otras hierbas...

viernes, diciembre 30, 2005

LOS MUÑECOS DE LAS SECRET WARS



Título muy poco original, lo sé, pero hará cosa de unos días hablábamos en el foro de Universo Marvel sobre los muñecajos estos y la inevitable carga nostálgica que conllevan.
Ya de por sí el comic (cuya famosa historia se remonta a que Mattel le pidió a Marvel un comic para promocionar sus figuras y bla bla bla...) debe su actual estima a la nostalgia pues, siendo serios, la historia no es nada del otro mundo y el guión torpísimo (aunque por lo menos tuvo sus consecuencias en la cosmogonía marveliana, cosa que no consiguen ya ni de coña en cada enésimo crossover pseudo-apocalíptico). Nada, más incluso que ver tanto héroe junto, todos nos acordamos de los muñecajos, y punto.
Y ahora la pregunta: molaban los muñecos? pues sí señores.
Vale que los minicomics eran una chorrada, que todo cristo tenía escudos (y para qué puñetas necesitaría Magneto un escudo, digo yo?) y que si no habíamos tenido bastante con el spider-buggy, ahora además Mattel añadió el spider-cóptero y la spider-moto a la escudería arácnida (y mucho antes de que saliera el Spiderman skater y el Spiderman surfero). Por no hablar que personajes como Iron Man venían con armas incluidas (?) o simplemente que había muñecos de personajes que ni siquiera salían en el comic.
Bueno, pero no hemos dicho que molaban los cacharros estos? pues bien que nos gustaban a todos. Seguro que todos conocemos a alguien que conserva alguno y lo guarda con cariño, o incluso el colega que los tiene todos y son el orgullo de su casa (seguro que alguno de ustedes tiene la colección entera, bastardos). Yo sólo pude tener la figura del Capitán América, el único que no desentonaba con escudo, aún a pesar de la ridiculez de llevar tu identidad secreta en un escudo.
Al ser el único que tenía, pues lo cuidé como oro en paño y al no tener otras figuras de las Secret Wars pues lo jubilé como superhéroe y le hize buscar fortuna en el mundo de la lucha libre.
Como en aquellos años yo tenía el ring de Pressing Catch (el barato, no el de la WWF que era chulísimo), uno de mis pasatiempos preferidos era organizar un gran Royal Rumble con todos mis muñecos. Los ponía a todos en el ring (luego desarrollé un sistema para introducirlos por tandas) y los chocaba unos con otros hasta que quedara uno, que recibía el cinturón de campeón hasta la semana, día o cinco minutos siguiente, según la época. Creo que el Capi llegó a empatar con Skeletor (que fue campeón consecutivamente durante muchos torneos) y Superman, y era capaz de aguantar agarrándose a las cuerdas del ring más que Blades el transformer, que llegaba muchas veces a la final por el mero hecho de que no se caía, enredado en las cuerdas el jodío.
Ahora el Capi descansa en un cubo junto a sus compañeros de peleas recordando aquellos días de cegadores flashes, olor a lona y sudor de Roddy Piper, el tacto de las cuerdas elásticas y demás batallitas mientras ve como la A del traje (no, no es de Francia) está ya casi despintada. ¿Y ustedes?¿Qué fue de sus figuras de las Secret Wars?

martes, diciembre 20, 2005

X-STATIX

X-Statix


El haber regresado a casa por navidades me ha hecho encontrarme con una torre de comics esperando a ser devorados, y como al contrario que la mayoria de los que me rodean, yo estoy de vacaciones, pues llevo unos dias de lectura muy intensiva.
Y como no podia ser menos, X-Statix tenía especial prioridad.
Recuerdo que descubrí tarde esta serie, o al menos más tarde de lo que yo hubiera querido. De hecho, en mi viaje a Madrid, del que ya hablé por aquí, me hize con los números de Fuerza-X a cargo del tandem Milligan-Allred.
La razón es muy fácil: nunca he sentido especial apego a los cachorros X (y si encima hablamos de la colección originariamente realizada por Rob! pues apaga y vámonos), así que aunque Mike Allred me hacía gracia y no tenía muchas referencias de Peter Milligan, pues pasé del asunto. Craso error.
En cuanto le hinqué el diente a los primeros dos tomos de la ya por entonces X-Statix aquello era un frenesí lector, un no parar. Imposible no engancharse y pedir más dosis de estos mutantes carne de salsarosas y demás. Marvel había dado en el clavo, y de qué manera.
Para empezar, un guionista que cuando se lo propone convierte en oro todo lo que toca (y si alguien lo duda que le eche un vistazo a Shade, el hombre cambiante). Peter Milligan es un punto y aparte en la generación Vertigo y le da a este título su sello británico tan característico de estos autores, plagado de chistes privados y sutiles y unos dialogos y juegos de palabras de impresión. Combina la ácida crítica a los tíos en leotardos con el puro rock and roll. Pasárselo bien haciendo lo que te da la gana, y eso se nota.
Igualmente es el caso del gran Mike Allred. Auténtico delirio pop (siempre quise decir algo así), ha conseguido hacer del título que nos ocupa algo personal (aunque ha tenido ayudantes de lujo, para regocijo del que escribe, como son Darwyn Cooke y Phillip Bond). No sólo es un tío con técnica, sino que le da una vida a los personajes y situaciones como nadie, con una puesta en escena impecable (aunque se resiente en los últimos números, cuando tiene que dibujar a tanto personaje junto).
Así pues, estos dos colegas han creado una de las mayores obras maestras del género superheróico y sobre todo hay que aplaudirles el hecho de insuflar nueva vida a no sólo una colección que no era ninguna maravilla ni siquiera a una editorial que, sinceramente, tampoco tiene un rumbo claro de un tiempo a esta parte; sino a todo un género que agradece mucho la presencia de sangre nueva e ideas originales. Es la alegría de leer un buen comic, te gusten o no los superhéroes, y punto.
Suyos son momentos impagables (espero pegarles una relectura como muy pronto este verano) como el rescate de Eliancito, el desarrollo de Venus de Milo y del que probablemente sea mi personaje preferido: Guy Smith, la entrada en el grupo de Lady "Henrietta" Di y la versión milliganesca de las pelis de terror japonesas, y etc...así como el enfrentamiento final con los Vengadores, como no podían dejar escapar Milligan y Allred, y el apoteósico final en el que los autores, cansados y conscientes de haber contado todo lo que tenían que contar, le dan al grupo el único final válido para este grupo. Un final sobre el que podríamos escribir ríos de tinta y pixels acerca de su concepto de heroicidad y su papel en la sociedad superheróica, amen de muchos más temas pero sea como fuere, creo que echaré de menos a este grupo. Acojonante. Chapeau, Peter. Chapeau, Mike.

martes, diciembre 06, 2005

EL JEVI MOLA

Aun a pesar de mi exilio, siempre que tengo ocasión le echo un vistazo a mis blogs preferidos (ya saben, aquí a la izquierda) y entre ellos, como no, el del amigo Viruete, ya citado mas de una vez por estos lares.
Pues bien, hará cosa de un par de semanas, Viru se sacó de la manga un artículo sobre el perfil del heavy pajero surgido (o mejor “forjado” que suena como más heavy) en los 90 con el que recuerdo haberme reído como nunca. Debo decir del señor Viru, cuando tuve el gusto de conocerlo, que su cultura musical no tiene limites, pues estuvimos discutiendo largo y tendido y me alegró ver que teníamos muchas similitudes y pocas discrepancias en cuanto a gustos, en definitiva, alguien con bastante criterio (vamos, que por eso le voy a disculpar el meterse con Queen, Sr.Viru XD).
Digo esto porque no sólo no me sentí aludido (ni mucho menos, que ya se sabe cuan sensible puede ser la gente en la burrosfera) al leer dicho artículo, sino que estuve pensando en mí mismo y por qué me gusta el heavy, más aún estos días que escucho mucha música, pues en casa es más difícil.
Por supuesto, como no podía ser de otra forma, mantengo mi duradero idilio con los guitarreos, el cuero y los pelos largos, pero ello no me impide constatar que fue el propio heavy metal el encargado de cavar su propia tumba.
Quiero decir, cuando descubrí a Maiden, Saxon, Judas y demás y yo quería ser un nuevo Randy Rhoads o Eddie Van Halen, aquello me parecía la grandísima leche y por suerte sigo sintiendo lo mismo, con alguna que otra reserva, cuando los escucho de nuevo.
Y, sí, cuando llegaron las oleadas germánicas (los primos tontos de Helloween) y los italianos (mejor ni hablar) yo los abracé como a un padre, hasta que las tres neuronas que me quedan, que fueron las mismas que me avisaron que los capítulos de Bioman se parecían mucho sospechosamente entre ellos, volvieron a hacer acto de presencia con similares resultados.
Así pues me parece que precisamente es ese el problema, que el heavy no hay que tomárselo demasiado en serio, salvo cuando es serio. Quiero decir: el heavy es serio. Los solos de Adrian Smith y Dave Murray eran herencia directa de los solos de los Eagles, las armonías y composiciones en Blizzard of Ozz son puro Lennon/McCartney (lo que sí es una broma es el tío que canta en ese disco, pero esto no es nuevo) e incluso Alex Skolnick consigue convertir auténticos solos de bebop en trash metal. Hasta, he llegado a oír de un profesor de canto que Ronnie James Dio (como saben, santo patrón de este blog) es el cantante con mejor técnica vocal que existe.
Pero luego pasa lo que pasa, que todos quieren ser más pretenciosos que nadie y de la misma manera que hay grupos que pillaron la idea y fueron buenos sin llegar a tomarse en serio ni ellos mismos (a quién no le gustan Twisted Sister o incluso Lizzy Borden?), también hay otros que no hace falta ni parodiarles ya que ellos han hecho ya todo el trabajo, véase Manowar (y que conste que me gustan). O sea: que veo más honrado a un grupo que basa su estilo siendo consciente de sus virtudes y carencias, cuya intención es al fin y al cabo la de hacer buenas canciones que a cualquier subproducto de nueva hornada reclamando aquello del true metal, la hermandad del metal y todo eso, ya saben, productos para los Ragmans de hoy (los de ayer molaban mucho más, ande va a parar).
Porque al fin y al cabo, la culpa no fue sólo de invasiones de Rhapsodys y Metaliums, sino que como ya dije antes, fueron los propios “maestros” quienes dejaron el culo al aire: estúpidos reality shows, oportunistas cambios de cantante, reuniones más oportunistas aún, aquellos “diez mandamientos” que no se creían ni ellos, que si nuestro true metal es más true que el mismo metal, que si el bollywood lyric dark visigothic metal mola más que tu black quake loquepuñetasselesocurra metal, que si ahora sólo vivimos de baladas chorras y cada una menos chorra que la siguiente, luego un disco de vuelta a las raíces para contentar a los fans de siempre...que ya me conozco el cuento, vamos.
Pero por suerte, si algo tiene el seguidor de este estilo (como un servidor, por supuesto) es que por muy bajo que pueda caer siempre que desempolva uno de sus discos preferidos, lo flipa como la primera vez, pues el heavy engancha con el oyente como nadie. Y eso siempre caracteriza a un buen grupo. El jevi mola, no lo duden.
Y ahora, un poco de UFO pa las orejas...doctor, doctor, pleeeeeease...

lunes, diciembre 05, 2005

GODDAMMIT!

Hay que joderse, traia un articulo, hecho con el portatil (por aquello de los acentos y esa letra tan nuestra) y el diskette que no tira. A ver si lo puedo salvar, pues me parece que no lo borre.
Futuros articulos: un nuevo genio musical para la lista, una pelicula de Ralph Bakshi de esas que nos gusta tanto pero en este caso bastante mala; y algo sobre comics.
Permanezcan en sintonia.